domingo, 21 de junio de 2015

Ensayo "El confidente"

El confidente.
Por:Lozano Zamora Paola S. 

En las sociedades paleolíticas primitivas, quienes cortaban el pelo eran las personas con más autoridad en los grupos sociales. Se pensaba que en el cabello residía el alma de la gente, que era una manifestación de los pensamientos. Cortarlo era una forma de quitarse la esencia de lo malo acumulado en ellos y renovar energías. Por eso esa tarea era confiada a los más sabios. Algunas culturas tenían creencias espirituales y religiosas donde los barberos (La palabra barbero proviene del vocablo latín barba. Otra palabra relacionada a la profesión de barbero es tensorial que significa corte) participaban en ceremonias como matrimonios y bautizos cortando a las personas el cabello que colgaba hacia abajo y al atarlo de nuevo con fuerza evitaban que los malos espíritus no pudieran entrar, asegurándoles prosperidad y felicidad.

Durante el paso del tiempo, como otras muchas cosas esto ha ido evolucionando constantemente lo que antes se conocía como un proceso de algún tipo  ritual o ceremonia, ahora es solo algo más superficial. Solo parte de nuestra apariencia personal. Vanidad.
Las personas solemos disponer de características personales muy distintivas y singulares que definen muchas veces nuestras maneras de ser y comportamientos, nos definen ante los demás, determinan nuestras acciones y hacen que seamos reconocibles por ellas. Cada vez más, el hombre busca lograr una imagen agradable para los demás o para sí mismo; ¿Y tiene algo de malo que el hombre quiera verse bien? claro que no. Durante mucho tiempo el quererse ver bien ya sea  para agradarle a alguien o simplemente  de una satisfacción con uno mismo (y a veces no tanto por lo que se es, sino por lo que se cree ser) era bien visto por el lado de la mujeres y en los hombres algo más morboso. Durante  la década de los '70, entre los hombres se ponen de moda cortes y peinados con el cabello muy largo, con largas patillas y armados en permanente, o laqueados. Pero las peluquerías tradicionales masculinas, en general, no atenderán estos servicios y entonces los barberos expandirán su clientela y atenderán a hombres y mujeres juntos.

Dejando de ser un uso exclusivo para los hombres y convirtiéndose en Salón Unisex. Conforme más pasa el tiempo son más comunes las peluquerías unisex y la existencia de una barbería ha ido disminuyendo cada vez más. Es más común que ahora las mujeres encuentren un lugar donde pueden sentirse especial, donde el trato es únicamente en el cuidado de su apariencia, donde pueden tomar café mientras a la vez socializan y desahogan  sus penas. Mientras que los hombres son ellos mismos quienes en casa cuidan de su aspecto ya que para muchos  les es incómodo acudir a un salón de belleza, donde a pesar de ser unisex (para ambos sexos) lo que predominaba son las mujeres y la mayoría de las veces atendidos por las mismas.

"LA BARBERÍA" reconoce la creciente demandada de hombres preocupados por su apariencia y salud .Los hombres han perdido su espacio, que de una u otra manera ha sido invadida por las mujeres. Ellos también como nosotras ocupan un lugar. Donde es un refugio, un escape de las esposas y las persistentes preocupaciones del mundo. Un entorno que puede reforzar egos y servir de apoyo, por excelencia el barbero o peluquero es un confidente al que le cuenta lo que siente y lo que vive y al que a su vez le pide consejos y este le corresponde y en quien se deposita la confianza del ego, donde cortarse el cabello y afeitarse se convierte en una terapia de amigos y relajación; un lugar creado de la donde los hombres pueden ser hombres. Corte, conversación, rasurada, boleada y tu refresco. Donde lo que importan son ellos, es su entorno su espacio.
                     





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