El llamado de la sangre
Hace
muchos años en un pueblito del estado de Oaxaca existía una mujer que tenía más
de 95 años y a pesar de ser tan mayor, se le veía aparentemente que gozaba de
buena salud. La anciana conocida por todos los habitantes del lugar como doña
Juanita acostumbraba a sentarse a fuera
de su humilde y sencilla casita, solía todas las tardes casi como un reloj de puntual
a la misma hora sacaba una vieja silla y se sentaba lentamente a tomar los
últimos rayos del sol, antes de que se ocultara entre los arboles era sin duda una imagen permanente día a día
y siempre tenía muchas historias que contar a los que se acercaban a ella, para
escucharla. Era ya conocido por todos, los del pueblo que ella les contaba casi
siempre las mismas historias a las persona que a ella se acercaban; decían los
vecinos que algunas historias eran muy reales otras decían que eran medio
fantasiosa pero las contaba con tanta veracidad que sin duda si la escuchabas,
también le creías. Entre todas esas historias solía hablar de 5 hombres y sus únicos
5 amores; y hacia una pequeña pausa y comentaba casi susurrando -mis 5 amores a
los que amo profundamente y aún espero eternamente para poder irme tranquila
con Dios. La gente lo tomaba como un chiste y le decían: -¡Doña juanita! que barbará
que coqueta fue usted y ¿dónde quedaron esos amores?, ¿No vive ninguno?- le
preguntaba la gente ya que nunca le conocieron a nadie desde que llego a ese
pueblito. Llego sola debió haber tenido algunos 37 años, y nunca le conocieron
a un hermano, un tío o a ningún familiar, mucho menos un hijo. Era muy raro
para la gente del lugar cuando recién llego,
sin embargo fueron pasando los años. Muchos que tendrían su edad fueron
muriendo y así fue quedando ella como la más anciana del pueblo. Así que no
había mucho que contar sobre ella antes; y siempre hubo preguntas como el “¿qué
hacía sola?, ¿de dónde vino?”.
Siempre
se mantuvo trabajando en el campo de sol a sol y poco se paseaba por el pueblo
muchos decían que estaba loca que ¿para qué trabajaba tanto si estaba sola? otros decían que hacía brujería, otros que era
muda que por eso no hablaba con nadie;
pero siempre fueron solo especulaciones y fue así que con el tiempo fue ganándose
poco a poco el cariño de todos y respetaron su forma de ser, siempre solitaria,
siempre ocupada en sus labores así fue como ella se hizo de su humilde casita
por eso la gente cuando la escuchaba hablar de esas “Historias” y especialmente
de sus 5 amores y que aún los amaba y esperaba por ellos se lo tomaban como fantasía,
decían: -son mentiras de ella, pobrecita doña Juanita ya está muy viejita ya no
sabe lo que dice, a lo mejor nunca se casó y no pudo tener hijos, o sus padres
la abandonaron, y por eso siempre estuvo sola. Doña juanita, a sus casi 95 años se daba cuenta que esa parte de su
vida la gente no le creía y decidió no hablar más, ni responder, solo los
miraba fijamente con una mirada dulce y a la vez llena de tristeza y aun así sonreía,
pero era evidente que había un profundo dolor que muy pocos podían percibir, mirando siempre hacia el cielo contestaba...
-mis 5 amores si viven y por eso aquí afuera los esperaré; tal vez lleguen
mañana(decía), uno, por uno o a la mejor llegan los 5 Juntos-. La gente como
era de esperarse se reía y le preguntaban
a la pobre anciana -¿Y dónde viven? para llevarla con sus 5 amores que usted
dice, fueron sus esposos-; y la
respuesta era tajante con un rotundo NO, ya sabían que con eso ella finalizaba
esa historia y muchas; a veces sobre todo los más jóvenes muchachos algunos
insolentes, la hacían enojar a la pobre de doña Juanita, -no sé dónde viven-
contestaba y se levantaba de su silla y se metía a su humilde casa esto era
casi de diario. Había ocasiones que la gente no se le acercaba porque era aburrido, decían, escuchar lo mismo solo pasaban y le daban el
buen día o las buenas tardes. Al poco tiempo, su salud se fue viendo afectada,
de un simple catarro se le convirtió en pulmonía y como era de esperarse su
edad lo empeoraba todo. Hubo mucha gente que le tendió la mano, la llevaron de
emergencia a la ciudad para poderle brindar la atención que requería. Estando
ya en el hospital el doctor les dijo que se necesitaba un familiar para que se quede al cuidado de ella por las
noches, a lo que le contesto Irene (una vecina que apreciaba a Juanita) es que ella
no tiene a nadie doctor, me quedaré yo, soy su amiga más cercana y es para mí
como una madre, el doctor le dijo: ¿no tiene a nadie? ¿Cómo es posible? El
hombre aproximadamente de unos 45 años miro a doña Juanita y frunciendo el seño
y muy pensativo dijo: -está bien registre por favor sus datos y los de ella ya
que es necesario-. Pasó unos días internada y después volvió a casa; Irene
cuidó de ella con mucho cariño y ternura, doña Juanita no se cansaba de darle gracias por tan bellas
atenciones y les decía -Dios te bendiga siempre por cuidar de esta pobre
anciana-.
Irene
le dijo, un día para animarla -ándele doña Juanita mire, vamos afuera ahorita que
hay bonito sol para que se siente en su
silla un ratito para que vea que bonito
están las plantas y le hará bien salir un poquito y aparte para que espere a sus
5 amores, como usted dice que tal llegan y no la ven afuera-, y ella sonriendo
miró a través de la ventana y lentamente contestó: -sí, si llegarán lo sé, me lo dice Dios y mi corazón pero ahora los esperaré aquí
adentro- la Sra. Irene, no pudo contener sus lágrimas y la abrazó cálidamente, sabía
que doña Juanita podía dejarlos en cualquier momento y aun así esperaba a sus 5
amores. Así pasaron algunos días ella seguía muy delicada y doña Irene estaba con ella cuidándola. Era casi la hora
que doña Juanita solía sentarse afuera de su casa en su silla, como lo hizo
muchos años cuando escuchó doña Irene que traían un alboroto afuera
y mirando que Juanita dormía tranquilamente salió a ver qué pasaba era mucha gente parecía
a distancia una gran familia, en carros desconocidos; -vienen de la capital-, decía el
pueblo entero -¿qué querrán? ¿a quién buscarán? Se ven personas muy finas- comentaban,
-traen buena ropa, buen calzado, buenos carros ¿qué harán por esto rumbos?- Y muchos dijeron -van a la casa de doña Juanita-. Sorprendida Irene ve que llegan
hasta ella los carros y se bajan 5 hombres, todos mayores, por cierto ya
grandes y entre ellos venia el doctor. Irene muy confundida no sabía
que decirles de pronto pensó -¿es el doctor? seguro viene a ver como esta doña Juanita, ¿Y los demás?- Seguía bajando
gente de los carros, mujeres grandes de edad también, y otras más jóvenes venían niños también. Cuando se acerca el doctor ansioso y con lágrimas en los ojos le dice: -Sra. Irene - ¿qué tal?- Irene lo
mira confusa, y el doctor le pregunta: -dígame por favor que ella sigue con
vida aún- Irene le responde con lagrimas en los ojos y comprendiendo tanta
cosas en un instante, le dice: -sí, aún está con vida y los está esperando...- Los
5 hombres sus únicos amores estaban ahí
frente a doña Juanita. Irene emocionada
le habló despacito para que despertara y al ver que estaban ahí a su alrededor doña
Juanita respiró profundo y los fue llamando a cada uno por su nombre
acariciándoles el rostro les dijo: -mis 5 hombres, mis 5 hijos ,mis 5 amores-,
rompiendo en llanto abrazaron a su madre, todos no daban crédito a lo que
escuchaban el doctor rápido metió lo
mejor en equipo para atender a su madre, él sabía que estaba delicada y que
gracias a que él la atendió cuando la
ingresaron en aquel hospital y los estudios que le realizó y una búsqueda infinita por parte de ellos, estaba seguro
que era ella por fin la había encontrado!! La habían encontrado, fue una espera de más de
50 años.
Juanita
había salido a trabajar estando ellos pequeños y sí en efecto ella se había
casado, pero enviudó siendo joven quedando con sus 5 hombres como decía
ella; lamentablemente cuando regresaba a
su casa sufrió un terrible accidente el cual quedó registrado en el historial
en el mismo hospital que había sido internada unas semanas antes; en aquel entonces
tubo pérdida de memoria irreparable dejándola con lagunas mentales por eso siempre
estuvo sola y aislada, nunca supieron cómo fue que abandonó el hospital sin dejar huella alguna. Nadie supo
a dónde se fue, seguramente quiso salir a buscar a sus hijos, los mayores ya
comprendían lo que sucedía y jamás descansaron en buscarla sabían que
su madre los amaba por sobre todas las cosas y sabían que darían
con ella. Así se les fuera la vida en hacerlo nunca perdieron la fe y se hicieron hombres de provecho profesionistas, el más chico se hiso doctor
porque estaba seguro que él la curaría
que algún día tenía que regresar a ese hospital cuando aparezca la atenderé y el deseo de su corazón se hiso realidad lo anhelaba tanto le debían muchos abrazos
muchos besos y alegrías. Querían decirle “mamá aquí estamos”. Juanita esa mujer
que llego a ese pueblito se inventó un
mundo propio porque no tuvo más opciones,
fue cruel su destino sin duda pensaba la gente del pueblo pobrecita doña Juanita
decían, que eran tonitos los que escuchaban lo que aquella anciana platicaba todos los días y pasó la vida sola,
pero algo en su corazón le recordaba a esos 5 hombres sus 5 amores que amaba profundamente
y aun los seguía esperando. Dios les permitió gozarla después de que estaba tan
delicada se recuperó y vivió
curiosamente 5 años más rodeada de nietos, bisnietos y disfrutó de una
hermosa familia y lo más increíble de todo recuperando la
memoria.
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