domingo, 21 de junio de 2015

Cuento "El llamado de la sangre"

El llamado de la sangre


Hace muchos años en un pueblito del estado de Oaxaca existía una mujer que tenía más de 95 años y a pesar de ser tan mayor, se le veía aparentemente que gozaba de buena salud. La anciana conocida por todos los habitantes del lugar como doña Juanita  acostumbraba a sentarse a fuera de su humilde y sencilla casita, solía todas las tardes casi como un reloj de puntual a la misma hora sacaba una vieja silla y se sentaba lentamente a tomar los últimos rayos del sol, antes de que se ocultara entre los arboles  era sin duda una imagen permanente día a día y siempre tenía muchas historias que contar a los que se acercaban a ella, para escucharla. Era ya conocido por todos, los del pueblo que ella les contaba casi siempre las mismas historias a las persona que a ella se acercaban; decían los vecinos que algunas historias eran muy reales otras decían que eran medio fantasiosa pero las contaba con tanta veracidad que sin duda si la escuchabas, también le creías. Entre todas esas historias solía hablar de 5 hombres y sus únicos 5 amores; y hacia una pequeña pausa y comentaba casi susurrando -mis 5 amores a los que amo profundamente y aún espero eternamente para poder irme tranquila con Dios. La gente lo tomaba como un chiste y le decían: -¡Doña juanita! que barbará que coqueta fue usted y ¿dónde quedaron esos amores?, ¿No vive ninguno?- le preguntaba la gente ya que nunca le conocieron a nadie desde que llego a ese pueblito. Llego sola debió haber tenido algunos 37 años, y nunca le conocieron a un hermano, un tío o a ningún familiar, mucho menos un hijo. Era muy raro para la gente  del lugar cuando recién llego, sin embargo fueron pasando los años. Muchos que tendrían su edad fueron muriendo y así fue quedando ella como la más anciana del pueblo. Así que no había mucho que contar sobre ella antes; y siempre hubo preguntas  como el “¿qué  hacía   sola?, ¿de dónde vino?”.

Siempre se mantuvo trabajando en el campo de sol a sol y poco se paseaba por el pueblo muchos decían que estaba loca que ¿para qué trabajaba tanto si estaba sola?  otros decían que hacía brujería, otros que era muda que por eso  no hablaba con nadie; pero siempre fueron solo especulaciones y fue así que con el tiempo fue ganándose poco a poco el cariño de todos y respetaron su forma de ser, siempre solitaria, siempre ocupada en sus labores así fue como ella se hizo de su humilde casita por eso la gente cuando la escuchaba hablar de esas “Historias” y especialmente de sus 5 amores y que aún los amaba y esperaba por ellos se lo tomaban como fantasía, decían: -son mentiras de ella, pobrecita doña Juanita ya está muy viejita ya no sabe lo que dice, a lo mejor nunca se casó y no pudo tener hijos, o sus padres la abandonaron, y por eso siempre estuvo sola. Doña juanita, a sus casi  95 años se daba cuenta que esa parte de su vida la gente no le creía y decidió no hablar más, ni responder, solo los miraba fijamente con una mirada dulce y a la vez llena de tristeza y aun así sonreía, pero era evidente que había un profundo dolor que muy pocos podían  percibir, mirando siempre hacia el cielo contestaba... -mis 5 amores si viven y por eso aquí afuera los esperaré; tal vez lleguen mañana(decía), uno, por uno o a la mejor llegan los 5 Juntos-. La gente como era de esperarse  se reía y le preguntaban a la pobre anciana -¿Y dónde viven? para llevarla con sus 5 amores que usted dice, fueron  sus esposos-; y la respuesta era tajante con un rotundo NO, ya sabían que con eso ella finalizaba esa historia y muchas; a veces sobre todo los más jóvenes muchachos algunos insolentes, la hacían enojar a la pobre de doña Juanita, -no sé dónde viven- contestaba y se levantaba de su silla y se metía a su humilde casa esto era casi de diario. Había ocasiones que la gente no se le acercaba  porque era aburrido, decían,  escuchar lo mismo solo pasaban y le daban el buen día o las buenas tardes. Al poco tiempo, su salud se fue viendo afectada, de un simple catarro se le convirtió en pulmonía y como era de esperarse su edad lo empeoraba todo. Hubo mucha gente que le tendió la mano, la llevaron de emergencia a la ciudad para poderle brindar la atención que requería. Estando ya en el hospital el doctor les dijo que se necesitaba un familiar  para que se quede al cuidado de ella por las noches, a lo que le contesto Irene (una vecina que apreciaba a Juanita) es que ella no tiene a nadie doctor, me quedaré yo, soy su amiga más cercana y es para mí como una madre, el doctor le dijo: ¿no tiene a nadie? ¿Cómo es posible? El hombre aproximadamente de unos 45 años miro a doña Juanita y frunciendo el seño y muy pensativo dijo: -está bien registre por favor sus datos y los de ella ya que es necesario-. Pasó unos días internada y después volvió a casa; Irene cuidó de ella con mucho cariño y ternura, doña Juanita  no se cansaba de darle gracias por tan bellas atenciones y les decía -Dios te bendiga siempre por cuidar de esta pobre anciana-.

Irene le dijo, un día para animarla -ándele doña Juanita mire, vamos afuera ahorita que hay  bonito sol para que se siente en su silla  un ratito para que vea que bonito están las plantas y le hará bien salir un poquito y aparte para que espere a sus 5 amores, como usted dice que tal llegan y no la ven afuera-, y ella sonriendo miró a través de la ventana y lentamente contestó: -sí, si llegarán  lo sé, me lo dice Dios y  mi corazón pero ahora los esperaré aquí adentro- la Sra. Irene, no pudo contener sus lágrimas y la abrazó cálidamente, sabía que doña Juanita podía dejarlos en cualquier momento y aun así esperaba a sus 5 amores. Así pasaron algunos días ella seguía muy delicada y doña Irene  estaba con ella cuidándola. Era casi la hora que doña Juanita solía sentarse afuera de su casa en su silla, como lo hizo muchos años cuando escuchó doña Irene que traían un alboroto  afuera  y mirando que Juanita dormía tranquilamente  salió a ver qué pasaba era mucha gente parecía a distancia una gran familia, en carros  desconocidos; -vienen de la capital-, decía el pueblo entero -¿qué querrán? ¿a quién buscarán? Se ven personas muy finas- comentaban, -traen buena ropa, buen calzado, buenos carros ¿qué harán por esto rumbos?-  Y muchos dijeron -van a la casa de  doña Juanita-. Sorprendida Irene ve que llegan hasta ella los carros y se bajan 5 hombres, todos mayores, por cierto ya grandes  y entre ellos  venia el doctor. Irene muy confundida no sabía que decirles de pronto pensó -¿es el doctor? seguro  viene a ver como esta  doña Juanita, ¿Y los demás?- Seguía bajando gente de los carros, mujeres grandes de edad también, y otras más jóvenes  venían   niños   también. Cuando se acerca el doctor   ansioso y con lágrimas en los ojos  le dice: -Sra. Irene - ¿qué tal?- Irene lo mira confusa, y el doctor le pregunta: -dígame por favor que ella sigue con vida aún- Irene le responde con lagrimas en los ojos y comprendiendo tanta cosas en un instante, le dice: -sí, aún está con vida y los está esperando...- Los 5 hombres sus  únicos amores estaban ahí frente a  doña Juanita. Irene emocionada le habló despacito para que despertara y al ver que estaban ahí a su alrededor doña Juanita respiró profundo y los fue llamando a cada uno por su nombre acariciándoles el rostro les dijo: -mis 5 hombres, mis 5 hijos ,mis 5 amores-, rompiendo en llanto abrazaron a su madre, todos no daban crédito a lo que escuchaban  el doctor rápido metió lo mejor en equipo para atender a su madre, él sabía que estaba delicada y que gracias a que él la atendió  cuando la ingresaron en aquel hospital y los estudios que le realizó y una búsqueda  infinita por parte de ellos, estaba seguro que era ella por fin la había encontrado!!  La habían encontrado, fue una espera de más de 50 años.

Juanita había salido a trabajar estando ellos pequeños y sí en efecto ella   se había  casado, pero enviudó siendo joven quedando con sus 5 hombres como decía ella;  lamentablemente cuando regresaba a su casa sufrió un terrible accidente el cual quedó registrado en el historial en el mismo hospital que había sido internada unas semanas antes; en aquel entonces tubo pérdida de memoria irreparable dejándola con lagunas mentales por eso siempre estuvo sola y aislada, nunca supieron cómo fue que abandonó el  hospital sin dejar huella alguna. Nadie supo a dónde se fue, seguramente quiso salir a buscar a sus hijos, los mayores ya comprendían lo que sucedía y jamás descansaron en buscarla  sabían  que su madre  los amaba  por sobre todas las cosas y sabían que darían con ella. Así se les fuera la vida en hacerlo nunca perdieron  la fe y se hicieron hombres de provecho  profesionistas, el más chico se hiso doctor porque estaba seguro que él  la curaría que algún día tenía que regresar a ese hospital cuando  aparezca la atenderé y el  deseo  de su corazón se hiso realidad  lo anhelaba tanto le debían muchos abrazos muchos besos y alegrías. Querían decirle “mamá aquí estamos”. Juanita esa mujer que llego a ese pueblito  se inventó un mundo propio  porque no tuvo más opciones, fue cruel su destino sin duda pensaba la gente del pueblo pobrecita doña Juanita decían, que eran tonitos los que escuchaban lo que aquella anciana  platicaba todos los días y pasó la vida sola, pero algo en su corazón le recordaba a esos 5 hombres sus 5 amores que amaba profundamente y aun los seguía esperando. Dios les permitió gozarla después de que estaba tan delicada  se recuperó y vivió curiosamente 5 años más rodeada de nietos, bisnietos y disfrutó de una hermosa  familia  y lo más increíble de todo recuperando la memoria.

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